Sonido huevofrito no Club Medievo de Lugo.
Christina Rosenvinge, nacida en Madrid, pero de raíces danesas, comienza su camino musical frecuentando las salas y conciertos de La Movida Madrileña. Eclipsada por la estética y el espíritu del momento, su primer contacto con los escenarios se producía a la edad de 15 años. Christina, niña precoz, iniciaba su andadura en el mundo de la música en un grupo de corte mod: Ella y Los Neumáticos, en el que también figuraban otros nombres que después llegarían a ser destacados en el panorama nacional como Lars Krantz, de Décima Víctima, Rodrigo, de Ciudad Jardín o Edi Clavo más tarde en Gabinete Caligari. La banda, que se disolvería en 1981, llegaría a la final del Concurso de la Diputación de Madrid en 1980, donde también figurarían Los Nikis, pero, aparte de pasar por las salas míticas de la década, su discografía se limitaría a algunos temas que, de la mano de Rafa Abitbol, serían editados en formato maqueta. Christina continúa por tanto probando suerte en diferentes formaciones que no llegan a consolidarse hasta cruzarse nuevamente con Toti Árboles, a quien conocía de su etapa neumática, y Álex de la Nuez. Juntos darán vida a Magia Blanca, grupo que también tendría una fugaz trayectoria, pero con el que sí lograría, en 1985, grabar un sencillo, "Magia Blanca" (Nuevos Medios, 1985), compuesto por tres canciones de sugerente pop. Motivado por el escaso eco que el disco cosechó, Toti decide abandonar la banda, provocando como resultado que sus dos miembros restantes decidan crear un nuevo proyecto. Surge así Álex & Christina, banda que, con tan sólo dos discos, llegaría a dar el salto hasta el gran público. Después de un baño de seguidores, el dúo pondría fin a su romance musical en 1989, pasando Rosenvinge a formar Christina y Los Subterráneos, con quien de nuevo grabaría dos álbumes y alcanzaría cierto éxito. La artista es por tanto ya parte del entramado musical reconocible, pasando a la pequeña pantalla como presentadora del programa musical FM2 (1988-89), de Diego A. Manrique para TVE, etapa televisiva que continuaría años más tarde con Nosolomúsica en Telecinco. En 1994, coincidiendo con la salida del disco “Mi Pequeño Animal” (Warner Music, 1994), trabajo que cerrará el ciclo subterráneo, donde ya se apunta una brecha en el sonido Rosenvinge, Christina conocerá a Lee Ranaldi, guitarrista de Sonic Youth, presencia que desde entonces se volverá clave en su carrera. Con él dirá adiós a Los Subterráneos, cansada de las idas y venidas de los músicos, lanzándose a la carrera en solitario. Dará vida a Christina Rosenvinge, iniciando una época más personal que plasmaría desde sus primeros trabajos como solista: "Cerrado" (Warner, 1997) y "Flores Raras" (Warner, 1998), trabajo que en 2002 sería reeditado. Es por tanto a finales de los 90, cuando Christina adopta su propio nombre para continuar en el mundo musical, marcando así un antes y un después. Olvidándose de lo comercial y la industria discográfica, comienza a pensar más en su música y en sus intereses, lo que supondrá cierto retroceso en el éxito hasta el momento cosechado. Presentado en Bolivia, Argentina, Chile y Perú, y sonando en escasas emisoras mejicanas, “Cerrado” no fue bien acogido por el público. Aunque varios temas del disco aparecerían como banda sonora de la película “La Pistola de mi Hermano” (Ray Loriga, 1997) de Ray Loriga, donde además Christina participaría como actriz junto a Viggo Mortensen, faceta que ya había experimentado junto a Penélope Cruz y Coque Malla en “Todo es Mentira” (Álvaro Fernández Armero, 1994), la propuesta bilingüe de Rosenvinge (empieza a introducir el inglés en sus canciones) sería denostada por parte de ese gran público que hasta el momento había acogido sus composiciones, lo que supondrá el fin del contrato con Warner. Christina, fuera ya del público masivo, decide, en 1999, marcharse a EE.UU., concretamente a Nueva York, donde, como personaje totalmente anónimo, poder iniciar una nueva carrera, alejada de los prejuicios que sus anteriores formaciones pudieran acarrearla. Tras una serie de conciertos en La Gran Manzana, publica "Frozen Pool" (Smells Like, 2001), trabajo que logra hacerse un hueco interesante en la escena indie americana, llevándola de gira por festivales y salas de América y Europa, como el All Tomorrows Parties en Los Ángeles, o Les Femmes s'en Melent de Paris, lanzándose además una edición del disco en Japón. Esta primera grabación continúa en la línea intimista ya iniciada por Christina, donde la artista anda a la búsqueda de sonidos más suaves y sencillos, y donde con una voz que se torna hacia el susurro delicado y cálido, Rosenvinge deja por un tiempo a un lado esa oscuridad rockera de anteriores trabajos. Un año después lanzará “Foreign Land” (Smells Like, 2002), segundo disco con gran presencia del inglés y para el que contará con la colaboración del por aquel entonces su marido, Ray Loriga, en la composición de las imágenes del libreto. El LP, que supone una experimentación de sonidos chirriantes y de cierto matiz estrambótico, alza un escalón más su hasta ahora discografía, y traerá a Christina a nuestro país con una actuación en La Casa Encendida de Madrid. Tras cuatro años desde su última entrega, Christina Rosenvinge regresa en 2006 con un nuevo disco, grabado esta vez en nuestro país, de la mano de Søster, sello que ella misma creará para poder publicar con total libertad. Situado en un punto equidistante entre la sencillez de “Frozen Pool” y la construcción artificiosa de “Foreign Land”, este vaso comunicante entre NY y Madrid que es “Continental 62 “(Søster / DRO, 2006) otorga mayor presencia y calibre a las letras, y vuelve a contar con la maestría musical de Lee Renaldo, Tim Folhan, Jeremy Wilms y Steve Shelley para música y arreglos. Poco a poco la presencia de Christina en la escena española va siendo más notable. Pero no sería hasta el empujón brindado por Nacho Vegas, que la madrileña venida del frío terminaría de introducir la cabeza por completo. Aunque ambos artistas confesaban tener en mente una colaboración, no sería hasta el empujón brindado por la publicación Rockdelux que ésta se materializaría. Tras una propuesta para aunar voces e ideas en el festival itinerante Rockdelux Weekend, Vegas y Rosenvinge terminarían firmando un mini-álbum, “Verano Fatal” (Limbo Starr, 2007), compuesto por siete temas, que vería la luz en octubre de 2007 y que reconciliaría a Christina con el público patrio. Este año además Warner, aprovechando su regreso edita un grandes éxitos con temas de Los Subterráneos y, curiosamente, de "Cerrado", disco que le sirvió a la discográfica para rescindir el contrato con Rosenvinge. En 2008, como no podía ser de otra manera la trayectoria dibujada por Christina desde su andadura en solitario termina alumbrando el disco que faltaba para asentarla de manera definitiva en la escena musical, “Tu Labio Superior” (Søster/ Warner, 2008). Un disco que contaría con una edición en vinilo y que llevaría de nuevo a Christina al éxito de público, quizá esta vez de corte distinto. Disco equilibrado y feroz, sus composiciones regresan de nuevo al español, bebiendo, para la narración de sus sensaciones más íntimas, de todo lo aprendido en la gran manzana. Bien acogido por público y crítica, en 2009 se haría acompañar de un hermano menor, "Tu Labio Inferior" (Søster, 2009) compuesto por cuatro temas y que tan sólo pudo adquirirse con la entrada a los conciertos de su gira. En febrero de 2010 se edita también una edición especial que incluye ambos trabajos, además de versiones en acústico y una colaboración junto a Vetusta Morla. A un ritmo bastante prolífico, llega el 2011, turno de "La Joven Dolores" (Warner, 2011). Un trabajo para el que no se escatiman esfuerzos y que cuenta con una larga e ilustre lista de colaboradores, tales como Steve Shelley (Sonic Youth) en la batería, Jeremy Wilms en bajo y guitarras, Charlie Bautista en guitarras y teclado, Aurora Aroca (Boat Beam) al violonchelo, piano y coros, Benjamin Biolay, Georgia Hubley (Yo La Tengo) y el propio Wilms como contrapunto vocal. Un trabajo en el que Christina, sin dar de lado su vertiente depredadora.